¡Qué familia mi familia!

Buenas... hoy es otra la inspiración que me trajo a la pantalla del word.
Vayamos al origen de esta anécdota...
Msn, 1° o 2 de junio. Me encuentro con mi prima Flopy... saludo va, comentario viene.
"¿Che, cuándo nos vemos?"- me preguntó... "Y, no sé, en junio no hay cumpleaños, qué mes aburrido"
"Bueno, ¿por qué no armamos algo el domingo a la tarde en lo de la tía Mónica, tipo merienda de primos?"
"Sí, sí... dale!!!"
Y así fue, decidimos que mejor era hacerlo el domingo 12, así teníamos más tiempo para coordinarnos las agendas de todos (claro... vamos creciendo y cada uno tiene sus ocupaciones), mandé mensajes de texto a mis primis, etc...
Pregunta de Seba: "¿a qué se debe el encuentro?" .... "a las ganas de reunirnos"... "Buenísimo"
Llegué a casa a las 23.00, y me entero que finalmente la "merienda de primos", terminó siendo un multitudinario asado (en el mismo sitio y la misma fecha).
Así que el domingo próximo, tenemos asadito en familia (extensa).
¿A qué voy con todo esto?
Bien... voy. Es que me llena el alma y de orgullo la familia que tengo y de la que formo parte. Es encantadora, maravillosa, cariñosa. etc. Desde hace casi 26 años que siento lo mismo, ni siquiera durante mi época de feroz adolescencia me sentía incómoda o molesta por las reuniones familiares, de hecho las esperaba (como me sigue pasando hoy en día) con muchas ganas. Y jugábamos los primos (y de "esa tanda" soy la más chica, así que por momentos me tocaba el papel de berrinche!), y nos sentábamos a la "mesa de los chicos". Y de a poco la mesa de los chicos se fue achicando (valga la redundancia) y nos íbamos pasando. Hasta llegar a estos días, en que poco tiempo falta para formar una nueva mesa de los chicos con la generación que está en pañales (salvo Quimy, que es el niñito adorado... el 1° en su "tanda").
Son (somos) especiales... algo tienen, algo tenemos. Me parece que algo atípicos quizá (aunque en este punto mucha gente pueda pensar lo mismo de la propia) y que esa "atipicidad" sea justamente el rasgo que los hace únicos.
Alguna vez escuché frases del tipo "cómo me gustaría tener una mamá como la tuya", "qué bueno sería tener una hermana así" y parecidas. Pero yo nunca tuve ese sentimiento, siempre estuve/estoy agradecida y feliz por la familia que me tocó. Y hasta a veces me agrando como alpargata de gaucho cuando los nombro.
Sé que esto es bastante autorreferencial, y no tanto de interés general. De hecho no busco hacer con esto una joya literaria de nuestro siglo, sino sencillamente compartir con Uds. algo, a little de la emoción que me invade y embriaga cada vez que hablo de mi familia y porque me surge una necesidad interna de hacer este post a modo de pequeño homenaje. LOS AMO y que lo sepan, ellos y todo el mundo. Que a veces la propia vida, los tiempos, las edades nos dejan un poco fuera de órbita de la vida del otro (no Gaby? Nos falta un poco de diálogo... maybe); pero en definitiva sé que cuento con todos y cada uno, y que no me hace falta justificarnos... nos entendemos, hablamos el mismo idioma.
Y no voy a nombrarlos a todos, pero se me dan por aludidos, eh? Pero sí a má, pá, Amy, Ani, Mar, Quimey, Tahiel. Gracias, Uds. ahí, yo estoy acá.
Saludos!

PD: Y de yapa un regalito para que entiendan... partecita. (Quimey es el más grande; y Tahiel, el pequeño)