Tengo una amiga...

Tengo una amiga. Bueno, en realidad, varias amigas. Pero es de una en particular de quien me quería ocupar en este post.
Tenemos una relación bastante profunda, y nos conocemos casi al dedillo (aunque no se termina nunca el conocimiento...).Va por la vida con un dejo de inocencia, que me cae y le sale bien. No sé si es un dejo de inocencia en una personalidad demasiado calculadora, o viceversa. Creo que se adapta al contexto.
A veces parece que no se diera cuenta de lo que sucede, de lo que provoca, de lo que destila. Otras lleva las cosas a límites tan extremos que no encuentra salidas elegantes (ambas sabemos que no lo hace con mala intención). A veces, y sólo en contadas ocasiones, me confesó que no; que esa inocencia había sido impostada. Entonces yo no supe cuál de las dos partes creerle. Me llena de incógnitas, me deja noches y días pensando en esas situaciones. Me pregunto qué haría o qué hago yo en su lugar.
No se percata del alcance de sus palabras, ni de gestos y sus actitudes. ¿Es o parece? Sutil e imperceptible detalle de resultados; aunque gran cuestión interpretativa. Me parece que no es fácil. ¿En qué momento baja la guardia y se saca el disfraz de "sí misma"? ¿Cuál de los dos será su disfraz?
Hubo algunos casos en que la hacían o situaban en la cresta de la ola, mientras ella misma luchaba con sus demonios y sus llantos cuando llegaba la hora de la verdad. Y sí, es humana, le cuestan los equilibrios, los puntos medios, los grises.
La palabra que quienes no la conocen usarían para definirla sería "ambigua", pero yo sé (y ella sabe) que no es más que un acto reflejo o un reflejo en sí mismo... un reflejo de qué?
(y aquí el final es abierto, "Elige tu propia aventura")
Saludos