Mundo Yeye

Frase del día: Estoy agotada... no se me consigue en kioscos de revistas!!!

lunes, agosto 28, 2006

Noche de Dancin´ (3° y último capítulo)

2º Tiempo: La interacción
A medida que transcurre el tiempo, la gente comienza a poblar la pista, a ocupar la pista, a llenar la pista, a saturar la pista, a EXCEDER la pista!
Lo que empieza siendo un baile, lentamente desencadena en un sálvese-quien-pueda y pseudo batalla campal por mantener un lugar "fijo" en la marea de gente, a fuerza de taco en el pie y/o codazo en la costilla (mecanismos de defensa, claro está)
Algunos personajes pasan la mayor parte de la noche caminando. Sí, ca-mi-nan-do! Todavía no logró esta escriba discernir si lo que buscan es el camino al éxito o recuperar el estado físico, pero lo cierto es que circulan all night long, con la consecuente molestia a los dancers de turno.
Otros, peligrosos, bailan fervorosamente todo tipo de ritmo con un cigarrillo encendido en la mano, sembrando el pánico a su alrededor (tanta remerita 100% lycra y su alto potencial inflamable).
Los parlantes, puentes, escenarios y demás elevaciones, son sólo para osados; implican exposición pero también la posibilidad de bailar tranqui y sin pisotones, etc.
Seres que se acercan, se alejan, se buscan, y a veces, se encuentran. En mis épocas de público de matinée, el broche de oro de la noche era el rato de "los lentos". Momento que era aprovechado por los muchachos para acercarse y entablar relación (o, al menos, diálogo) con aquella niña a la que habían estado echando el ojo. Grande fue mi decepción cuando empecé a ir a bailar a la noche y no pasaban lentos!
Hoy por hoy, son pocos los boliches que los pasan, como nota de color, o excentricidad; y ya el sentido no es el mismo. Ahora no son "la" ocasión para el acercamiento, para desplegar la capacidad chamuyeril en la sublime empresa de ganarse la simpatía y/o el corazón de la fémina (o el muchacho) en cuestión. Se perdió el encanto de antaño. Ahora, sacan a bailar a la que se cruce si el alcohol, en el mejor de los casos no surtió efecto. Es momento en que se lanzan al ataque cual tackle de rugby o lucha de catch; mientras ellas intentan deshacerse de esa humanidad que se les viene al humo.
O sino, ellos quedan dibujados en el centro de la pista, tratando de sobrellevar la situación con una intempestiva ida a la barra; y ellas aprovechan para sentarse a descansar los pies o ir al baño (de preferencia, acompañadas así matan dos pájaros de un tiro mientras ponen al día a su amiga)
Qué devaluados los lentos! Pensar que antes eran EL momento y ahora hacen las veces de "entreacto" (se me pianta un lagrimón de un momento a otro). Sin ponernos a hacer paralelismos entre lo que sucede intra y extramuros del boliche. Análisis que no llevan a ningún lado relacionados con la realidad fast food en que vivimos.
...
De vuelta con la música arriba, up up, los hits, para un final a todo clamor (con los que aún quedan en pie). Suele suceder que el último rato sea música electrónica cada vez más incomprensible, abstracta y monótona, como para animar al público a abandonar el lugar. Multitud en el guardarropas y patovicas que van desalojando los espacios. Intercambio de n° de celulares, y/o mails. Ya en desuso (q pena) ese momento glorioso en que el muchacho se acercaba al barman con cara de winner y le pedía un papelito y una birome. Gente que se dispersa a desayunar, taza taza (entre otras variantes). Y colorín, colorado, este sábado ha terminado. Punto.

jueves, agosto 24, 2006

Noche de Dancin´ (2° capítulo)

1º Tiempo: El despliegue de los jugadores...
Las chichis entran, e indefectiblemente la mayoría se dirige al baño "a arreglarse el make up?" ¡¿Cómo puede ser si recién llegan?! Dentro del Staff (inside), la inefable "Señora del Baño" las mirará con complicidad o resignación, hará las veces de "madre" consolando corazones en pena, o de celadora retando a las niñas (no se mojen el pelo, no tiren papeles, etc). Suerte de girl scout entrada en años, que sacará a más de una de un apuro (chicles, papel, toallitas, cigarrillos, hasta capaz que hilo y aguja!).
Los boys en cambio, suelen hacer su primera escala en la barra a la búsqueda de algún brebaje que los anime. Aquí entrará en acción el Barman, quién será el encargado de amenizar la noche a fuerza de mágicas pociones y "buena onda". Simpatizará con todos, y más que nada con todAS. Será recíproca la actitud. Demostrará sus dotes con el flair (esos bonitos malabares con botellas), en el mejor de los casos, como complemento... en el peor, como justificación de no saber hacer ni un whiscola decente.
Si la que está del otro lado es una bartender, el juego también cambia, los roles se invierten. Porque el mito popular es que el barman hace tragos y aparte se muestra con shows o lo que sea. Pero la bartender se muestra (herself) y aparte hace tragos. Cuestión que venimos derribando sin pausa. (*)
El DJ, ese personaje a veces amado y otras odiado, va manejando el ritmo de sus bandejas y de la gente. Aunque hay algunos que no son tan perceptivos para notar que TODO un tema, puede aburrir y hacen la gran "puse el CD y me fuí".
La pista se va llenando de gente, ellas con ellas, ellos con ellos. Los efectos de la trilogía calor-música-alcohol van de la mano de la hora.
Se ven desfilar los diferentes personajes.
La "yo-vine-a-bailar-con-mis-amigas-y-divertirme-nada-más": quien rebotará sistemáticamente a cuanto joven se le acerque a menos de 40 cm. (aunque la única intención de él hubiera sido pedirle fuego)
El Galán: frases del estilo "sos la más linda del boliche", "me enamoré", "¿Qué hace una chica tan hermosa como vos acá sola?", "¿Tu novio no dice nada de que salgas sola?" (**), se repiten en su repertorio. Probablemente haga juegos de ojitos antes de acercarse a la víctima e intentar el ataque. Puede sonar cursi o hacer algún comentario que caiga simpático; pero ante la negativa, suele retirarse dignamente y silbando bajito.
La Reina de la Noche: Llega radiante, baila (sola o con amigas) con una leve sombra de indiferencia ante el mundo, no se le mueve una pestaña; y se va, siempre apenas pasada la hora pico, cuando todavía nadie se fue, sola y sin inmutarse. Jamás se le correrá el rímel o una media y nunca se la verá desalineada como si el fervor del baile hubiera hecho mella en su esplendor. Una se pregunta cómo puede a las 7.00 A.M. estar con la misma cara de frescura (una que bailó, se murió de calor, se mojó la nuca en el baño y comió hielo!)
La Alegría de la Noche (o Alma): le pone onda, baila (casi) todos los temas, sabe letras, pasitos y coreografìas. Anima y se anima. Baila con todo el mundo; pero tiene su límite y toda la simpatía puede desmoronarse en un segundo ante alguna desubicación (y ahí, agarrate Catalina!, porque enojada hay que verla, eh?)
El "Efecto Dominó": Encara a la chica que le gusta (se deshace en elogios); si le dice que no, arremete con la que está al lado (mismos elogios) y así sucesivamente. A la cuarta, ya es blanco de rebotes por imitación (y por patético!). Claro, por lo menos podría ir rotando por diferentes lugares del boliche. Véase también "El desesperado".
La/El Histérica/o: Sí, señores, seamos justos; existen especimenes de ambos sexos. Son de aquellos que miran, sonríen, se acercan, bailan, seducen, coquetean, insinúan, franelean... y en el momento del encare... no sólo rebotan al/la interesado/a sino que se ofenden!!!
El Desesperado: en algunos aspectos, parecido al "Dominó". En este caso, el típico ejemplo, son aquellos que se apuestan en la puerta del baño de mujeres e interceptan a cuanta fémina pase cerca; así sea la señora del baño que fue a buscar una caja de Beldent. Por Favor! Un poco de ubicación! ¿¿¿Acaso no se dan cuenta de que quien está ingresando al baño está apurado??? (y SIEMPRE la agarran a la entrada... no a la salida!)
El/La Borracho/a: en todas sus variedades y presentaciones. Simpático, triste, pesado, agresivo, baboso, alegre, arruinado, etc.
(seguro me olvido de algunos... pero bueno... a modo de pantallazo, sirve)

(*) N de la R: bartender (en este momento no en actividad), me expreso con conocimiento de causa.
(**) Típica frase para tantear el terreno.

(to be continued...)

Saludos!
yeye

martes, agosto 22, 2006

Noche de Dancin´ (1° capítulo)

Luego de un profundo y exhaustivo análisis... se me ocurrió plasmar aquí una sensación, una idea, un "ensayo" acerca de lo que muchos alguna o muchas veces hemos pasado... (en 3 caps, porque sino era muuuyy largo)

La Previa:
Se deben distinguir dos grupos de gente:
1- El público: personas acumuladas. Una cola de gente y una aglomeración en torno a la valla de la puerta. La misma corresponde a aquellos que son "amigos de..." o pretenden pasar por tales (los que van por lista, por mailing, por teléfono, etc).
Los que se congelan en la puerta, ven pasar sin simpatía. Los que pasan, miran de soslayo como si levitaran por sobre el resto de los mortales (ay Dios... qué parámetros).
2- El Staff (outside): a su vez subdividido entre los "públicas" y los "patovicas" (seguridad, porteros, etc).
El primer subgrupo, conformado por seres cuya función, ocupación y hasta, en algunos casos, razón de ser; es la de convocar gente dentro de un target determinado. Son los Roberto Carlos de la historia ("yo quiero tener un millón de amigos...").
El segundo subgrupo integrado por personas que vaya uno a saber qué razón de ser tienen; pero cuya función por lo general es mantener el orden (cuestión en la cual, el límite también suele ser bastante ambiguo y delicado). Algunas teorías sostienen que la relación entre tamaño y/o masa muscular, y capacidad de razonamiento es inversamente proporcional.


(To be continued...)
Saludos

yeye

miércoles, agosto 16, 2006

Algo que anda por ahí...

Existió un viajero que tuvo que hacer una larga travesía. Entonces, ató su animal a un carro y emprendió una larga marcha hacia un largo destino y con un límite fijo de tiempo. Al animal lo llamo Necesidad, al carro Deseo, a una rueda la llamó Placer y a la otra Dolor. Así pues el viajero llevaba su carro a derecha e izquierda, pero siempre hacia su destino. Cuanto más velozmente andaba el carro, más rápidamente se movían las ruedas del Placer y el Dolor, conectadas como estaban por el mismo eje y transportando como estaban al carro del Deseo. Como el viaje era muy largo , nuestro viajero se aburría. Decidió entonces decorarlo, ornamentarlo con muchas bellezas, y así lo fue haciendo. Pero cuanto más embelleció el carro del Deseo más pesado se hizo para la Necesidad. De tal manera que en las curvas y en las cuestas empinadas, el pobre animal desfallecía no pudiendo arrastrar el carro del Deseo. En los caminos arenosos las ruedas del Placer y el Sufrimiento se incrustaban en el piso. Así, desesperó un día el viajero porque era muy largo el camino y estaba muy lejos su destino. Decidió meditar sobre el problema esa noche y, al hacerlo, escuchó el relincho de su viejo amigo. Comprendiendo el mensaje, a la mañana siguiente desbarató la ornamentación del carro, lo alivió de sus pesos y muy temprano llevó al trote a su animal avanzando hacia su destino. No obstante , había perdido un tiempo que ya era irrecuperable. A la noche siguiente volvió a meditar y comprendió, por un nuevo aviso de su amigo, que tenía ahora que acometer una tarea doblemente difícil, porque significaba su desprendimiento. Muy de madrugada sacrificó el carro del Deseo. Es cierto que al hacerlo perdió la rueda del Placer, pero con ella perdió también la rueda del Sufrimiento. Montó sobre el animal de la Necesidad, sobre sus lomos, y comenzó al galope por las verdes praderas hasta llegar a su destino.