Una coma es un respiro, sólo para tomar aire y seguir en el mismo tema.
Un signo de admiración es ideal y hasta imperativo al principio como para arrancar con energía. Pero que no decaiga con el tiempo; siempre son necesarios los signos de admiración.
Un signo de interrogación ayuda a cuestionarse si uno realmente está encaminado, entre otras cosas. Pero, principalmente, lleva a reflexionar y eso está bueno para no caer en la inercia (creo que sé de lo que hablo).
Un punto y coma, varía, por ahí modifica la dirección dentro de la misma idea. Una inflexión.
Punto y seguido sigue estando relacionado.
Punto y aparte es para ir a otra cosa, sin ir a otra historia.
Los puntos suspensivos al final, son odiosos. Son casi como finales abiertos - detesto los finales abiertos-. Para mi gusto los finales deberían ser cerrados. Los suspensivos "te la dejan picando" y la complican a la hora de dar vuelta la página y empezar otro capítulo. O de terminar el libro y comenzar con uno nuevo.
Los finales abiertos son finales inconclusos y me suena hasta contradictorio.
Y el punto final, quizá sea el que más cueste. Tal vez traiga aparejados diferentes sentimientos (melancolía, angustia, alivio, tristeza, alegría, felicidad, miedo, etc). Pero también es el que sirve para seguir avanzando... y eso a la larga no puede ser más que algo bueno.
Saludos!
ye